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Nuestros queridos logotipos, a veces, dejan de ser tan queridos, y pasan a ser la imagen que tenemos ya más que enviada a la imprenta para que hagan más tarjetas. En otras ocasiones, es el de la imprenta de confianza el que mantiene viva la llama, sobre todo si hace tiempo que no se renueva (el logotipo).
Esto es algo más común de lo que debería, y aquí es donde entra en juego la vectorización. Pero, ¿qué es un vector? ¿Y por qué cuando cambiamos de proveedor nos preguntan si tengo el logo vectorizado?
Pues vamos a ver por qué desde hace unos años (pocos para aquellos que tienen el mismo logo desde hace 20 años, y muchos para los que vivieron el crecimiento de la producción digital) se escucha cada vez más eso de "el logo vectorizado".
Un vector, según su definición, se refiere a "un trazado de uno o varios segmentos de recta que sugieren una dirección definida proyectada en un determinado espacio" según Superprof, pero su significado en diseño se refiere más a su utilidad que a su definición. En diseño gráfico, crear un vector quiere decir crear un objeto-archivo el cual sus dimensiones se rigen por una ecuación formulada en base a "X" e "Y", o lo que es lo mismo: X = anchura, Y = altura.
La magia comienza cuando comparamos un archivo vectorial con una imagen (la imagen de nuestro logotipo), que mide 12 cm de ancho por 8 cm de alto. Si nuestra imagen la imprimimos en un tamaño de 120cm x 80cm, tendría un aspecto muy borroso y desenfocado, ya que una imagen está formada por píxeles (cuadraditos de colores).
Pero si nuestro logo está vectorizado, las medidas originales van a estar dirigidas por "X" e "Y" por lo que si en un principio, X = 12cm e Y = 8cm, y de pronto queremos imprimir nuestro logotipo en un póster de 120cm, esa ecuación de "X" e "Y" le va a ordenar que sea 10X por 10Y, por lo que nuestro logotipo tendrá el tamaño que le ordenamos y mostrará un aspecto perfectamente nítido.
Y ahí está la diferencia. Cada vez se ven menos logotipos en formato de imagen, ya que el fenómeno de la vectorización surgió con la incorporación de las tecnologías digitales en la imprenta, entre otros acontecimientos (aquí un ejemplo de ello). Fue una revolución, y muchos trabajos de aquellos años se basaban en digitalizar (convertir en formato vectorial) una ingente cantidad de logotipos ya creados en los años (y décadas, muy a nuestro pesar) anteriores. Un enorme aplauso para esos diseñadores y sus entrañables rutinas.
Otro ámbito en el que en el que "vectorización" fue una de las palabras más atrayentes fue el de la ilustración. Según Arteneo, la ilustración digital es "es una técnica de dibujo digital que nos permite crear figuras y formas geométricas a partir de vectores previamente programados por coordenadas". Aquí, la introducción de los vectores se debió sobre todo a que los software que se utilizan en diseño gráfico (y alrededores) trabajan con vectores, por lo que toda forma creada-dibujada con cualquier programa que instalemos en nuestro ordenador para dibujar, crea cada forma y trazado basándose en vectores, o lo que es lo mismo, ecuaciones de "X" e "Y".
Las aplicaciones de la vectorización y de la ilustración digital, sumado a los métodos de impresión y de proyección digitales, abrió una increíble, hasta entonces, posibilidad de realizar una enorme cantidad de proyectos artísticos, desde pintura mural hasta tablas de skate producidas en masa, e influyó también en la forma de producir diseño y arte, actualizando muchas técnicas de producción tradicionales como la serigrafía.
En resumen, que si tenemos nuestro logotipo vectorizado, podemos decirle a la ecuación que haga que nuestro logo tenga las dimensiones que nos venga en gana, como si queremos cubrir un andamio en una obra de un edificio de 5 plantas.
Así que bienvenidos a la vectorización (no quiero que os sienta mal, pero es una frase que se empezó a decir allá por finales de los años 90). Si no tienes el logo de tu empresa o negocio o marca en un formato vectorial, actualízalo, porque te va a ahorrar mucho tiempo y coste en el momento de solicitar cualquier producción, ya sea un rótulo nuevo, un display (banner) para la web o tarjetas de visita.
¡Anímense y denles un toque vectorial a sus logotipos!
Como ya sabéis, para cualquier pregunta, consulta, sugerencia o aportación, podéis escribir a hola@hilografico.es y os responderé con la mayor brevedad posible. Además, todos vuestros comentarios serán añadidos a la publicación siempre que nos ayude a todos a aprender y a entender más sobre Branding, Diseño e Imagen.
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Todos los proyectos por encargo suelen tener algo en común: la incógnita del resultado final. A menudo, como usuarios, queremos ver cómo va a quedar un encargo, pero solo podemos imaginarnos el resultado mediante otros encargos anteriores similares.
También, como profesionales, a veces nos ayuda enseñar un boceto o un diseño lo más parecido al resultado de un proyecto que nos piden, bien por aportar nuestra visión de lo que nos están pidiendo, para que el cliente pueda comprender muchas de nuestras explicaciones e indicaciones técnicas llenas de palabras esdrújulas, o por otras muchas razones.
Aquí es donde entra nuestro amado y querido mock-up: una imagen que muestra el resultado de un proyecto antes de ser realizado. Principalmente estos archivos-imágenes suelen estar prediseñados, pero a continuación vamos a ver que puede extenderse hasta ediciones digitales creadas desde cero a partir de otras imágenes y retoques fotográficos.
Por hacer un resumen previo, vamos a ver los mock-up más sencillos y comunes, otros un poco más avanzados y específicos, y situaciones en las que pueden ayudarnos tanto a profesionales como a clientes y otros usuarios.
Los mock-up, en realidad, empezaron a utilizarse para mostrar un logotipo recién diseñado plasmado en materiales corporativos comunes como tarjetas de visita, bolsas y envases, o en banderolas publicitarias y otros objetos de merchandising. En lugar de presentar solamente un logotipo, se añaden estas imágenes para presentar el logotipo ya aplicado en otros objetos y reforzar la impresión que pueda dar.
Al principio, los mockups fueron imágenes sencillas con retoque fotográfico: unas cuantas tarjetas, una bolsa de tela estirada, un pendrive en un escritorio, pero como diseñadores, no nos contentábamos solo con eso, y poco a poco fuimos avanzando en el diseño de estas imágenes.
Pasamos a crear objetos desde cero, con técnicas como el diseño en 3D o a partir de varias imágenes distintas, para poder plasmar nuestros proyectos con mayor fidelidad, y así contar con este recurso como parte importante dentro de la presentación de cada uno de los proyectos que ofrecemos.
Para los que no estáis dentro del sector, seguro que veis imágenes ficticias como lo son los mock-up a diario. Desde tiendas online, hasta publicaciones en redes sociales. Lo normal es contar con fotografía de producto, pero en muchos casos, (dependiendo del producto) no llega a ser posible por distintas razones, y contar con recursos como la edición de imágenes es muy útil tanto para los diseñadores, como para los negocios y consumidores.
Como técnicas más novedosas, se recrean espacios con 3D por medio de la realidad aumentada, pero como método no está de momento lo suficientemente extendido. El 3D es una de las mejores técnicas para recrear imágenes, sin duda, pero a diferencia de la edición fotográfica, se necesitan muchos más recursos tanto de hardware como en coste económico.
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Hay algo en las marcas para negocios y empresas locales que suele ser un tema tedioso, aburrido, e incluso a veces odiado: la actualización. Por eso, esta vez vamos a ver algunos aspectos por los que, ni es tan tedioso, ni tan aburrido, ni hay por qué odiarlo, sino todo lo contrario, además de ahorrar a un negocio mucho tiempo y dinero.
A partir de aquí, vamos a ver por qué actualizamos las marcas, en qué puede beneficiar a un negocio, tanto en tiempo como en costes, y por qué también es bueno actualizar nuestro sitio web, nuestra decoración interior y exterior, y hasta nuestras tarjetas de visita.
En primer lugar vamos con nuestra marca. Esta es la mayor representación visual de nosotros, de nuestro trabajo, de nuestros servicios o productos, y de nuestro negocio o empresa. Cuando vean nuestra marca, nos conozcan mucho o poco, la van a relacionar directamente con todo esto.
Uno de los motivos (quizá menos importante) para actualizarse es por cuestiones estéticas. En esta época, y dejando "modas" fuera, la estética de hoy ya es diferente a la de hace 2 años, no digamos a la de hace 5 o 10 años. Esto también se debe a, como en todo, nuevos métodos de producción, nuevos soportes y plataformas, nuevas finalidades, o simplemente a nuevos estilos. Es cierto que los estilos no deberían definir la marca de un negocio ni influir demasiado en ella, pero ocurre más a menudo de lo que debería.
Otro de los motivos es por cuestiones técnicas. Los logotipos con fondo transparente fue toda una revolución. Pero aún así, actualizar una imagen corporativa, nos ayuda mucho al disponer de múltiples versiones de nuestros logotipos, pues no funciona el mismo logotipo para una tarjeta de visita que para un rótulo. Cuando actualizamos una APP en nuestros móviles, lo hacemos porque quienes la diseñan actualizan "cosas", como elementos visuales, accesibilidad, añaden más contenidos, mejoran otros, solucionan errores (que en muchas ocasiones solo pueden conocerse una vez utilizada la APP), y por eso cada cierto tiempo nos dicen: ¡actualiza a la v1.2.4!
Por otra parte, tener una imagen corporativa completa (a nivel práctico sobre todo) nos va a hacer ahorrar muchísimo. Pongamos un ejemplo sencillo: tenemos nuestro logotipo en dos versiones, en color y en blanco y negro. Cuando queramos subir nuestro logotipo a una web, es posible que necesitamos una versión en blanco para utilizar sobre fondos oscuros; cuando queramos encargar un sello, necesitaremos una versión a una tinta; si lo vamos a poner en un bolígrafo, nos vendrá bien una versión en vertical o una simplificada.
Al plantear todas estas versiones cuando se construye la imagen corporativa de una empresa, evitará que tengamos que encargar el diseño o la adaptación de nuestro logotipo ya que tenemos diseñados todos los materiales necesarios. Incluso podemos disponer de un manual, con indicaciones sobre los colores, las tipografías y otras guías acerca del estilo visual y comunicativo de nuestra marca.
Todo esto ayuda a unificar la imagen que transmite nuestro negocio, ya que cada vez que encarguemos un folleto, un vinilo o una página web, todos los profesionales implicados tendrán las mismas indicaciones visuales/gráficas. A partir de nuestra imagen corporativa descienden todos los elementos en los que nuestra empresa o negocio esté presente: carteles, plataformas web, perfiles de redes sociales, señalética, decoración, etc.
Por otro lado, allá donde aparezca nuestra marca, estaremos nosotros, nuestro trabajo, nuestra forma de hacer las cosas, y uno de los mejores ejemplos es nuestra web. Muchas veces puede darnos la impresión de que da lo mismo tenerla o no, pero es más importante de lo que parece.
Lo mejor de tener una página web de nuestra empresa, es que podemos hacer que cualquier usuario venga a nuestra empresa o a nuestro negocio, sin tener que venir. Podemos decirle quiénes somos, a qué nos dedicamos, qué pueden encontrar si vienen a vernos, dónde estamos, cuándo abrimos o cerramos, en qué redes sociales pueden seguirnos o ver lo que hacemos día a día, y así con otras muchas cosas que pueden hacer que un usuario se convierta en un cliente.
Actualizarnos siempre nos va a beneficiar, con ello podemos mejorar en algunos aspectos o completar los que nos faltan. Además, si aquí se come bien, y tienen buen café, ¿para qué irnos a otro sitio?
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Para celebrar este nuevo año, y como primera publicación del 2023, dedicaré los siguientes párrafos a hablar sobre el sector profesional del diseño, que tiene mucho que ver con el “Hilo” de HiloGráfico.
Fuera del sector del diseño, de la publicidad o del ámbito artístico, la profesión de diseñador gráfico suele ser la misma para el diseño editorial, web, audiovisual, redes sociales, aplicaciones, fotografía y otros muchos perfiles, dando a lugar al llamado "diseñador multidisciplinar".
En realidad, es un sector profesional más complejo de lo que parece, pero alrededor del diseño hay una larga lista de profesiones que, aunque puedan conjugarse entre sí, siguen siendo profesiones distintas, e incluso derivan en otras que no tienen mucho que ver con el diseño. Por esto, intentaré hablar sobre ello de una forma sencilla y con el objetivo de daros a conocer un poco más la profesión del diseñador.
Cada perfil tiene sus propias diferencias dentro de la misma profesión, lo que dan lugar a las especializaciones o a servicios más específicos, pero esta vez dispodremos de un abanico algo más amplio y generalizado para que a partir de aquí, podamos hacernos una idea de como comienzan a clasificarse los distintos tipos de diseñador según las herramientas que utilice, las plataformas o medios con los que trabaje, o los sectores a los que pertenezcan.
Este es un esquema sencillo en relación a todos los perfiles profesionales creativos que hay, además de otros muchos como el diseño en moda, interiores, etc. Parece un entramado demasiado complejo para una serie de profesiones, pero vamos a destacar algunos conceptos de este mapa de ámbitos, profesionales y disciplinas.
En primer lugar, los ámbitos o sectores profesionales que contienen los perfiles de los que hablamos: Branding, Marketing, Publicidad, Imagen, imprenta e informática. Los colores degradados tienen el objetivo de mostrarnos la mezcla de perfiles entre ámbitos profesionales (como si el esquema en sí no fuera ya enrevesado). También podemos comprender por qué pensamos en diseño gráfico como profesión relacionada con todo lo que tenga que ver con lo visual, por decirlo de alguna forma.
En este momento debo destacar un perfil menos conocido pero muy importante: la del Director de Arte. Es un perfil profesional dado en la publicidad, bajo la dirección creativa y junto al perfil del Copywriter (Copy) suelen ser los que originan toda la creatividad en publicidad. Decirlo de una forma exageradamente simple sería como la idea, la imagen y el texto.
El motivo es porque tiene el deber de poder resolver cualquier tipo de creación visual que necesite un proyecto: ya sea una ilustración, una animación, el diseño de la caja de un producto, la señalización de un edificio comercial, un catálogo de productos, la decoración de un evento o un spot publicitario. El Director de Arte no siempre tiene que hacerlo, porque para eso existen los demás perfiles, pero debe saber afrontar cualquier proyecto creativo visual.
Los ámbitos que comentábamos están relacionados con otros sectores profesionales que no pertenecen al creativo, pero podríamos seguir desarrollando el esquema con muchas otras profesiones: Branding y Marketing con el sector de la dirección de empresas y el sector comercial; Marketing y Publicidad con los sectores comercial y publicitario; Ilustración, Animación y Fotografía con el sector artístico; 3D e Informática con el sector del desarrollo de producto; Imagen e Imprenta con el sector de las artes gráficas y el editorial; Informática y Branding con el desarrollo de software y de (¿casi?) todo lo digital que existe, y podríamos seguir con una lista enorme.
De hecho, todo lo que se haga de forma digital en los demás sectores pasa por el de la informática, la tecnología y la innovación, y estes a su vez por todos los que comentamos entorno al diseño. Pongamos un ejemplo muy simple:
Recalcando lo de simple, pensemos dos cosas: la primera, la presencia de la creatividad y el diseño en el proceso de todos los productos que conocemos, vemos, consumimos y utilizamos; la segunda, que dentro del “Usuario” estamos todos los que en algún momento utilizamos un ordenador en nuestro trabajo, por no decir en nuestra vidas.
En resumen, los profesiones creativas son muy complejas y están siempre relacionadas con todo lo que nos rodea, lo que hace que el diseñador sea un intermediario casi imprescindible de cualquier producto o servicio. Es normal que la figura del diseñador gráfico pueda resumir las diferentes profesiones entorno al diseño, porque como diseñadores gráficos, gran parte de nuestros objetivos es solucionar todas las cuestiones visuales y comunicativas que se nos presenten, y el siguiente paso de un diseñador gráfico puede ser el Diseño de Marcas, Web, Editorial, Audiovisual, Ilustración o la Dirección de Arte.
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En esta ocasión vamos a ver de un modo muy resumido y simplificado qué es el estilo en una ilustración o en una imagen, y por qué se atribuyen ciertos estilos a determinados ámbitos.
Solemos ver ilustraciones constantemente en nuestra vida cotidiana. Desde carteles, murales y videos publicitarios hasta en nuestra ropa, accesorios o incluso en la decoración de cualquier lugar. Hace un tiempo las ilustraciones eran algo casi exclusivo de los ámbitos artísticos y propagandísticos, pero con la evolución de las marcas, y con el estallido de nuestra “vida online”, vemos ilustraciones en casi cualquier espacio.
En teoría, con el paso de los años, la ilustración y sus estilos pasaron de ser representativos de una época concreta, a un ámbito concreto. La realidad es que podemos llegar ver ilustraciones con un estilo clásico para promocionar un evento en una discoteca, por el motivo que sea. Pero vamos a ver de un modo un poco más didáctico cómo es esto de los estilos.
Los estilos en la ilustración o en la imagen pueden definirse como unas carácterísticas (casi) únicas de sus trazos, colores y composición, entre otros muchos aspectos. Desde hace un tiempo, cuanta mayor difusión tenían unas ilustraciones con un estilo representando a un ámbito concreto, más se asociaba social y culturalmente a ese sector o ámbito. Un ejemplo: si os propongo elegir un estilo reivindicativo, ¿cuál de estos tres escogeríais?
Muchas de las características de los carteles reivindicativos suelen ser los elementos que recuerden a la revolución, a la calle, a las protestas, con técnicas como el uso de texturas, de spray o de papel arrugado. Por otro lado, si planteamos un cartel con una ilustración para el sector científico, seguro que necesitaríamos un estilo un poco más detallado y realista.
Lo mismo pasa con los estilos para conciertos de música rock, metal, electrónica, o para comunicaciones institucionales, guías informativas o incluso para apps. Aquí van otros ejemplos de un estilo para un concierto de electrónica, otro estilo para un cartel institucional, y otro estilo para el ámbito científico:
Las estilos ya mantienen a día de hoy una cierta actitud o personalidad, acorde con el tipo de mensaje que se transmite, que aunque no siempre sea así, por lo general es una asociación que hacemos debido a un largo período de difusión y utilización de estos estilos en toda la información que consumimos, hasta el punto en el que si vemos los siguientes carteles, nos parece que algo no cuadra...¿no?
Muchas marcas establecen su estilo en imágenes e ilustraciones acorde con la personalidad o con el mensaje que quieren transmitir, como una especie de "entonación visual del mensaje". Este recurso y uso de los estilos da pie a presentar un mismo mensaje con diferentes actitudes, dependiendo de a quién va dirigido: si es hacia un público jóven, si va dirigido a un ámbito empresarial y algo más formal, etc.
Otra cuestión a destacar, es que hay innumerables artistas y diseñadores que son seleccionados para representar proyectos concretos debido al propio estilo que llevan desarrollado a lo largo de sus carreras, desde el sector artístico hasta el de la publicidad. Más adelante, publicaré algunas referencias sobre ilustradores con estilos únicos, con ejemplos de cómo fue evolucionando su trabajo hasta dónde consiguen llegar para mostrarnos sus mejores obras.
Como ya sabéis, para cualquier duda o consulta que tengáis, podéis escribir a hola@hilografico.es y os responderé con la mayor brevedad posible.
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Aquí os dejo los enlaces a las imágenes utilizadas en esta entrada:
01 - Ilustración de Pixabay
02 - Cartel de Shepard Fairey
03 - Plantilla de Canva
04 - Cartel del festival Tomorrowland
05 - Cartel del Ministerio de Cultura y Deporte
06 - Ganador del Concurso de ilustración científica, de de Mónica Masedo Remírez.
07 - Ilustración de Pixabay
08 - Ilustración de Pixabay
09 - Ilustración de Pixabay
El tema de hoy va sobre el formato de las imágenes, y en especial sobre las versiones de los logotipos que suelen tener los negocios, cuáles son, para qué sirven y por qué necesitan tantas.
Las imágenes que vemos tienen su origen en archivos digitales, y todo archivo digital tiene un formato. Estos formatos tienen ciertas características exclusivas debido a su finalidad, como las diferencias entre una foto sacada con el móvil o el cartel que va “pegado” en la parte trasera de un autobús.
Hasta no hace mucho, las empresas disponían (y muchas todavía a día de hoy) de una o dos versiones de su logotipo como mucho, pero con la aparición de tantas superficies y plataformas, es necesario tener diferentes versiones y formatos para mostrar la imagen adecuada.
En primer lugar, voy a mostrar las 3 versiones más comunes de un logotipo: positivo, negativo, y a una tinta:
La versión de un logotipo en positivo es (o suele ser) la versión principal, el logotipo original y sobre el que derivan las otras versiones. Es el principal, porque mantiene el aspecto visual original, y porque se utiliza generalmente sobre fondos blancos o muy claros, sobre todo debido a mostrarlo en las tarjetas, sobres, cartas, facturas, etc.
La versión en negativo es una adaptación del principal alternando su claro/oscuro, conviertiendo el logotipo en la opción para utilizar sobre fondos oscuros, evitando enmarcarlo en un rectángulo blanco “para que se vea bien”. Ya sea en páginas web, carteles o videos, esta versión se vuelve casi imprescindible así como surgen nuevas superficies. Un ejemplo muy sencillo: el “modo oscuro” que ponemos en el ordenador o en el móvil.
La versión a una tinta, o monocroma, es una adaptación del logotipo a un único color, como en blanco y negro. Esta versión surgió sobre todo por economizar en posteriores reproducciones, por las limitaciones que presentaba la reproducción en soportes concretos, y para evitar que en producción pusieran el logotipo de la forma inadecuada. Un ejemplo de esto es cuando solicitas camisetas de empresa, o cuando necesitas un sello, de este modo estableces de forma exacta cómo sería el logotipo si sólo se pudiera utilizar una tinta. Cabe decir que esta versión es, casi siempre, para reproducciones físicas: imprentas, grabado, letras corporeas, etc.
Ahora toca los formatos. Este es un aspecto algo más complejo. El formato de una imagen, como comentábamos antes, se debe a las características específicas que obtiene la imagen en la práctica, entre otras cosas. Los formatos más comunes que vamos a ver son ".jpg”, “.png” y “.pdf”. Existen otros muchos (.bmp, .tiff, .svg, .gif,...), pero esta selección se debe a que son los tipos de archivos más comunes y accesibles, y resulta más útil de lo que parece conocer de que se trata cada uno.
Los archivos “.jpg” son los archivos o imágenes más utilizados por la mayoría, sin duda. Es un tipo de archivo que comprime la imagen, es decir, que convierte una imagen para que pese “pocos megas” y sea fácil de mover, subir o compartir. El hecho de comprimirla hace que sea muy difícil mantener la calidad, por lo que no se suele utilizar para proyectos de diseño o de impresión, aunque sí para web o para redes sociales, debido a lo que hablabamos de los megas.
Si sacamos una foto con una cámara réflex de una mínima calidad puede pesar cerca de 3 megas, aunque si la sacamos con nuestro móvil, y la compartimos, esa imagen sería de apenas 1 mega. El formato que utiliza la cámara réflex nos da la opción de tratar la imagen con mayor calidad, pero en un móvil se adapta precisamente para enviarla o guardarla sin que ocupe mucha memoria o consuma muchos megas.
Los archivos “.png” obtienen mejor calidad, pero se utilizan sobre todo por una única carácterística: permiten tener un fondo transparente. Fuera de este sector, apenas utilizaríamos este formato de imagen, pero aquí va un ejemplo muy sencillo: todas las imágenes tienen forma rectangular, de modo que si los emojis que utilizamos en whatsapp fueran archivos .jpg, los veríamos dentro de un recuadro blanco. Esta transparencia permite ver la imagen como si estuviese recortada.
Los archivos “.pdf” son algo más complejos, pero la utilidad que voy a comentar es la característica de conservar archivos vectoriales. Aquí se acaba de complicar el nivel de comprensión, pero procuraré explicarlo de la forma más didáctica que pueda.
Dentro de un archivo .pdf puede haber diferentes elementos, como en un documento en el que colocamos un logotipo, un texto y una foto. Las imágenes en sí pueden ser archivos PDF debido a cómo se crearon esas imágenes. Otro ejemplo sencillo: si tenemos una foto y le colocamos un emoji encima, en el caso de que fuera un PDF podríamos editar la foto y colocar el emoji en otro lugar, o sencillamente borrarlo.
El que un archivo sea vectorial significa que está construido por vectores, es decir, por fórmulas y ecuaciones que definen unas proporciones de alto y ancho (x - y). Ejemplo: tenemos un rectángulo que mide 5X de ancho y 10Y de alto. Esta medida puede ser para una imagen de 5 cm x 10 cm. La magia es que la imagen también puede medir 50 m x 100 m.
Estos archivos vectoriales tienen el objetivo de poder establecer cualquier medida a una imagen manteniendo sus proporciones. Si tuvieramos un logotipo en formato .jpg, que mide 10 cm de ancho, y lo utilizamos para imprimir sobre una valla publicitaria, no quedaría muy bien. Puedes hacer la prueba al ampliar cualquier foto que tengas en tu móvil. Haz zoom todo lo que puedas y verás lo que pasa.
Debido a todas estas condiciones, si queremos imprimir un vinilo para poner en nuestro coche, o imprimir algún dibujo o logotipo en una pared o en un cartel muy grande, es necesario que esos archivos sean vectoriales. Por lo tanto, los archivos .pdf reconocen esa capacidad de contener elementos vectoriales, y permiten que puedan reproducirse a cualquier tamaño.
Por último, cualquier duda o consulta que tengáis, podéis escribir directamente por email o visitar el apartado de Contacto en hilografico.es para ver de qué otras formas de contacto disponéis.
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Últimamente veo que el Branding es más desconocido de lo que podría o debería ser. De forma habitual, asociamos la palabra Branding a grandes marcas y empresas a nivel internacional, y por eso en esta entrada os voy a contar por qué el branding se aplica a todo tipo de empresas, asociaciones, instituciones e incluso a los negocios de menor tamaño.
En la puesta en marcha de un negocio comenzamos por elegir un nombre y un logo*, y con utilizar ese nombre y poner ese logo en todo aquello que vayamos hacer, damos la marca por concluida, incluso en ocasiones no creemos ni siquiera que sea una marca. Y es que existen infinidad de elementos visuales que son o actuan como marcas, como el escudo de un equipo o las señales de tráfico.
El branding recoge todos los aspectos que tienen que ver con la identidad, la imagen y el comportamiento (entre otros muchos) de una marca, y entendiendo a esta como la representación de una idea o unos valores comunes para un grupo de personas como una empresa con sus trabajadores, un equipo con sus jugadores y aficionados, un partido político con sus militantes y votantes, y muchos otros ejemplos.
En los últimos años, las marcas dieron un salto importante con la aparición de las redes sociales y la mayor presencia e influencia en internet. Era necesario aplicar a la marca ya no solo elementos visuales y mensajes de campaña, sino que la marca debía tener su personalidad, su actitud, su identidad, y por ello el branding comenzó a ser un completo desarrollo de marca.
En ese desarrollo, el logo sigue siendo importante, pero los recursos de la marca cobran la misma importancia. pongamos un ejemplo del poder que generan estos recursos. Digamos que vamos por la calle buscando un cajero automático, y encontramos rótulos como estos:
No vemos un nombre, ni un logotipo, y conocemos perfectamente qué marca corresponde a qué cajero, utilizando exclusivamente dos colores. Aquí va otro ejemplo en el que vemos a alguien por la calle con diferentes bolsas en la mano:
De lejos podemos diferenciar con facilidad qué comercios visitó la persona que lleve estas bolsas, pero puedes hacer clic para ver de qué son en realidad las bolsas. A menudo, sin darnos cuenta, reconocemos las marcas por una sencilla asociación, por la costumbre o porque en algún momento nos llamó la atención. Pero estas marcas definieron en su desarrollo estas y otras muchas características: los colores, las tipografías, los materiales, y ya no en la parte visual, su comportamiento, sus valores, su forma de comunicar, llegando a establecer una personalidad única y reconocible.
Estos recursos son sólo un ejemplo muy pequeño de Branding, del desarrollo de la imagen de marca, y de por qué es un aspecto muy positivo desarrollar la marca de nuestro negocio, más allá de crear el logotipo y aplicarlo en todo aquello que pertenezca a nuestro negocio.
Ahora os propongo una asociación muy sencilla: de estas cuatro parejas de colores, ¿cuales podríais relacionar con una barbería, con una tienda de congelados, con una gasolinera y con un supermercado ecológico?
Para terminar, aquí os dejo un buen ejemplo de los recursos de una marca, publicado por brandemia.org, en la que se actualiza la marca sin alterar el logotipo: los JJOO.
¡Gracias por leer este blog! Para más información sobre Branding, Diseño e imagen, visita hilografico.es o sigue al estudio en los perfiles de redes sociales.
*Se suele decir logo, pero su nombre cambia según su composición: Logotipo, isotipo, isologo, etc. Aquí os dejo un enlace a la explicación, también publicada por brandemia.org.
El principal objetivo de este blog es informar sobre todo lo que rodea al ámbito del estudio, desde un punto de vista algo técnico, pero sencillo de comprender para todos lo usuarios. Puede resultar algo anticuado presentar un blog a estas alturas, pero la intención es que todos puedan disponer de la información necesaria para conocer de qué va esto del Branding y el diseño.
En ocasiones pueden ser entornos algo desconocidos para muchos, pero espero poder aportar algo útil para todos aquellos que no sepan qué es el Branding, qué son los Artes Finales, o por qué retocar una foto no tiene nada que ver con alterar la realidad.
La imagen corporativa, el desarrollo de una marca, campañas creativas y contenidos, diseño gráfico para materiales de empresa, diseño de sitios web, catálogos digitales e impresos, y una muy larga lista de servicios que tienen que ver con las marcas que consumimos a diario. En realidad consumimimos marcas: desde que preparamos el desayuno, encendemos la tele, vamos en coche o en transporte público al trabajo, bebemos un café o un refresco a media mañana, comemos, salimos a algún sitio, elegimos cena, elegimos qué ver en qué plataforma o canal, etc. Podría resumirse un día en algo así como: Casio, Tulipán, Hacendado, Bimbo, Bonka, H&M, Colgate, Listerine, Otis, Toyota, Nuñez Barros, Asus, Apple, HP, Nescafé, Arroz Brillante, Aquarius, American Spirit, Froiz, JustEat, Burguer King, Netflix, Samsung, y la lista es interminable.
Pero no es algo que pase sólo con grandes marcas que consume todo el mundo, o que sean conocidas en todas partes. La primera cafetería por la que pases, el primer vinilo que veas en una furgoneta, o la primera app que abres al desbloquear el móvil tienen una marca o forman parte de ella, comúnmente llamado “el logo”. Todos esos elementos, como el rótulo o el menú de la cafetería, el vinilo de corte en la furgoneta o la imagen que pulsas para abrir la app son partes de un proceso muy amplio de Branding y diseño.
En este blog, comentaré muchos aspectos que tienen que ver con el logotipo que elijas para un negocio, las diferentes formas de anunciar tu marca sin “anunciar tu marca”, o cómo es posible que se reconozca tu empresa en una tarjeta sin mostrar ese “logo”. Son temas muy presentes a los que no le prestamos atención a no ser que pertenezcas a este sector profesional, pero que son mucho más influyentes de lo que pensamos.
De momento, os doy la bienvenida al blog, y espero que os resulte útil la información que comparta por aquí. Si queréis ver qué es el estudio HiloGráfico, podéis entrar en hilográfico.es. Mi nombre es Gabriel, soy diseñador y disponéis de mi portfolio gabllego.com para conocerme un poco mejor.
¡Gracias!